Azua.- La operación de una planta de generación eléctrica flotante o barcaza en la playa Los Negros de Azua ha generado controversia desde su instalación.
El reciente derrame de combustible en esta zona costera ha vuelto a avivar el debate sobre los daños que esa operación pudiera estar causando al medioambiente, la agricultura y economía local.
Una ennegrecida humareda se desprende de la barcaza. Señal de que la planta de generación eléctrica está operando a todo «vapor».
La empresa turca «Karadeniz Powership» que ganó una licitación para producir unos 178 megavatios, logró su licencia ambiental el año pasado. Pero un derrame de combustible reciente ha vuelto a atizar los reclamos de quienes cuestionaron su instalación en playa Los Negros de Azua.
En Pueblo Viejo aseguran han ocurrido al menos siete derrames similares.
Pescadores, agricultores y vendedores en esa zona costera aseguran los daños de esa barcaza son a todos los niveles.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MIMARENA), informó que avanza una investigación sobre los residuos derramados en el mar, que pudiera evidenciar violaciones a la licencia con que opera el proyecto Powership.
Mientras los comunitarios piden al Gobierno intervenir a fin de evitar mayores daños en esa zona.