Por Julio González
Luis Abinader asumió la presidencia de la República Dominicana el 16 de agosto de 2020 en medio de una crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del COVID-19. Desde el inicio de su gestión, ha impulsado políticas orientadas a la recuperación económica, la transparencia institucional y el desarrollo social. En este artículo, analizaremos los aspectos más relevantes de su gobierno, destacando sus principales logros y retos.
Uno de los pilares fundamentales de la administración de Abinader ha sido la recuperación económica. Con un enfoque en la atracción de inversiones y el fortalecimiento de sectores clave, la República Dominicana ha mantenido un crecimiento sostenido. La implementación de estrategias para la reactivación del turismo tras la pandemia ha generado cifras récord en la llegada de visitantes, consolidando el sector como un motor de desarrollo. En lo relativo a inversión extranjera la estabilidad política y económica ha favorecido un incremento significativo en la inversión extranjera directa, fortaleciendo sectores estratégicos y se han promovido iniciativas de modernización tributaria con el objetivo de optimizar la eficiencia recaudatoria sin comprometer la estabilidad económica.
Desde el inicio de su gestión, Abinader ha enfatizado la importancia de la institucionalidad y la transparencia gubernamental. El fortalecimiento de la Procuraduría General ha permitido investigaciones sobre casos de corrupción sin interferencias políticas. El gobierno ha implementado iniciativas orientadas a la mejora del bienestar social y la calidad de vida de la población. Como ejemplos se ha trabajado en la expansión del sistema de salud y en la modernización de los servicios hospitalarios; se han destinado recursos a la educación digital y a la mejora de infraestructuras escolares, asi como se han promovido reformas y expansiones en programas de apoyo a familias vulnerables que buscan reducir la desigualdad.
El enfoque internacional de Abinader ha estado marcado por una diplomacia activa y la defensa de los intereses nacionales. La gestión de la crisis haitiana ha llevado al gobierno dominicano a fortalecer la seguridad fronteriza y a promover soluciones multilaterales. Se ha trabajado en posicionar a República Dominicana como un destino confiable para la inversión extranjera.
El gobierno de Luis Abinader ha mostrado avances en diversas áreas, desde la recuperación económica hasta la institucionalidad, la gestión social y la producción agropecuaria. Sin embargo, aún quedan desafíos pendientes, como la consolidación de reformas estructurales y el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática.
Las recientes declaraciones sobre el liderazgo partidario de Abinader abren el debate sobre la importancia de permitirle concentrarse plenamente en su gestión sin distracciones partidarias. Para que las reformas en curso se consoliden y el país continúe su camino hacia el desarrollo, es esencial que el enfoque gubernamental permanezca firme y sin desvíos políticos innecesarios. Dejemos a Luis gobernando, para que pueda concluir con éxito los proyectos que fortalecerán el futuro de la República Dominicana.
