Educación sexual: cómo hablar sobre sexo con tu hijo adolescente
Muchos colegios ofrecen educación sexual, pero no se debe confiar únicamente en lo impartido en clase. La educación sexual también debe impartirse en casa. Te damos algunos consejos para ayudarte a hablar de sexo con tus hijos adolescentes.
Los aspectos básicos de la educación sexual se pueden tratar en las clases sobre la salud. Sin embargo, es posible que los adolescentes no aprendan ni entiendan todo lo que necesitan saber para tomar decisiones difíciles sobre el sexo. Aquí es donde tú entras en juego.
Puede resultar incómodo, pero la educación sexual es parte de la tarea de los padres. Al conectar pronto y de manera frecuente con tu hijo adolescente, estarás sentando las bases para que tenga una vida de sexualidad saludable.
Romper el hielo
Puede ser difícil hablar de sexo, pero más difícil todavía es evitarlo. El sexo parece estar en todas partes: noticias, entretenimiento, redes sociales, publicidad… Puedes valerte de eso para iniciar y continuar la conversación.
Te damos algunas ideas:
- Aprovecha el momento. Si se habla de sexo en un programa o una canción, aprovéchalo para sacar el tema. Los momentos cotidianos (como cuando viajas en automóvil o estás guardando los comestibles) suelen ser la mejor oportunidad para hablar.
- Habla pronto y con frecuencia. No es suficiente con una sola charla sobre dónde vienen los bebés. Empieza a hablar con tu hijo adolescente sobre el sexo seguro durante la preadolescencia. Sigue hablando del tema mientras crece y se hace adulto. Debes ir adaptando el discurso según su crecimiento y su desarrollo.
- Habla con sinceridad. Si te sientes incómodo, dilo. Pero no dejes de hablar. Si no sabes cómo responder las preguntas que te hace tu hijo adolescente, ofrécele la opción de averiguar la respuesta o buscarla juntos.
- Sé directo. Expresa claramente tu punto de vista sobre el sexo. Dale la información verdadera sobre los riesgos como el dolor emocional, las infecciones de trasmisión sexual y los embarazos no deseados. Explícale que el sexo oral no es una alternativa sin riesgos al coito.
- Considera la perspectiva de tu hijo adolescente. Las charlas estrictas y la táctica del miedo pueden romper la conexión y fomentar un comportamiento rebelde y arriesgado. Es mejor que escuches atentamente a tu hijo. Es conveniente que entiendas las presiones, los problemas y las preocupaciones de los adolescentes.
- No te concentres solo en los hechos. Los adolescentes deben conocer la realidad sobre el sexo. Sin embargo, también es igual de importante hablar de sentimientos, actitudes y valores. Es más probable que los adolescentes adopten valores familiares si entienden a sus padres y se sienten comprendidos por ellos.
- Céntrate en el bienestar. La adolescencia es un período donde se corren riesgos. Sin embargo, también es el momento en que comienzan las conductas sanas de cuidado personal. Además de hablar de los riesgos, es bueno dar ejemplo y expresar el valor de las relaciones y las alternativas saludables.
- Sugiere seguir la charla. Hazle saber a tu hijo adolescente que puede hablar contigo sobre sexo cada vez que tenga una pregunta o una inquietud. Destaca que ha hecho bien en hacerte una pregunta; puedes decirle: “Me alegro que hayas acudido a mí”.
Abordar temas difíciles
La educación sexual para los adolescentes incluye temas como la abstinencia (no mantener relaciones sexuales), la violación durante una cita, la identidad de género, la orientación sexual y otros asuntos difíciles de abordar. Prepárate para responder preguntas como las siguientes:
- ¿Cómo sabré si estoy listo para tener relaciones sexuales? Muchos factores, como la presión de grupo, la curiosidad o la soledad, pueden llevar a los adolescentes a tener relaciones sexuales antes de tiempo. Tranquiliza a tu hijo adolescente y dile que no pasa nada por esperar. El sexo es una conducta adulta. Sin embargo, hay otras maneras de conectar con las personas. Explícale que las conversaciones íntimas, los paseos, ir de la mano, escuchar música, bailar, besarse, tocarse y abrazarse son formas seguras de mostrar afecto.
- ¿Qué pasa si mi pareja quiere tener relaciones sexuales pero yo no? Debes tener claro que no siempre significa no. Jamás se debe presionar ni forzar a nadie para tener relaciones sexuales. Cualquier forma de sexo forzado es violación, ya sea por parte de un extraño o de una persona con la que tu hijo adolescente se haya estado viendo.Explícale a tu hijo adolescente que el alcohol y las drogas ilícitas pueden debilitar la capacidad de tomar decisiones. Además, pueden hacer que las personas piensen con menos claridad. Hay más posibilidades de sufrir una violación en una cita o exponerse a situaciones peligrosas si hay alcohol y drogas ilícitas de por medio.
- ¿Qué pasa si tengo dudas sobre si soy lesbiana, gay, bisexual, transgénero o de género no binario (LGBTQ)? Muchos adolescentes se plantean su orientación sexual y su expresión o identidad de género. Ayuda a tu hijo adolescente a entender que la adolescencia es solo el comienzo de la exploración de la atracción sexual. Estos sentimientos pueden cambiar con el tiempo. Además, si no cambian, tampoco pasa nada.Una respuesta negativa a la orientación sexual y la expresión o identidad de género de tu hijo adolescente puede tener efectos negativos. Los jóvenes LGBTQ están expuestos a un mayor riesgo de infecciones de trasmisión sexual, abuso de sustancias, depresión e intentos de suicidio. La aceptación familiar puede ofrecer protección contra estos riesgos.Ante todo, explícale a tu hijo adolescente que tu amor por él es incondicional. Elogia a tu hijo por compartir cómo se siente. Céntrate más en escuchar que en hablar.
Relaciones sanas en comparación con relaciones tóxicas
La violencia en las parejas se da con mucha más frecuencia de la que piensan muchos adolescentes o adultos. Aproximadamente, uno de cada doce adolescentes afirma haber sufrido violencia física o sexual en pareja. Por eso, es importante conocer los hechos y compartirlos con tus hijos adolescentes.
Mantente alerta ante signos de alerta de posible violencia en la pareja, como los siguientes:
- Consumo de alcohol o drogas ilícitas
- Evitar a los amigos o los eventos sociales
- Excusar el comportamiento de la pareja
- Mostrar temor ante la pareja
- Perder el interés en el colegio o en actividades que solían ser divertidas
- Rasguños, moretones u otras lesiones sospechosas
Los adolescentes en relaciones abusivas tienen un mayor riesgo de tener consecuencias a largo plazo. Entre ellas, se encuentran el bajo rendimiento escolar, el consumo compulsivo de alcohol o intentos de suicidio. Las repercusiones emocionales de las relaciones tóxicas tempranas también pueden ser el comienzo de futuras relaciones infelices y violentas.
Habla con tu hijo adolescente sobre la importancia de entablar relaciones sanas. Debes ser un ejemplo de relaciones sanas a través de tu manera de interactuar con tu hijo adolescente y con los demás. Las lecciones que aprenda tu hijo adolescente sobre el respeto, los límites y la comprensión de lo que está bien y lo que está mal tendrán un impacto en sus relaciones futuras.
Cómo responder al comportamiento
Si tu hijo adolescente tiene relaciones sexuales, es más importante que nunca hablar de ello. Incluso si crees que tu hijo no está preparado, debes mantener una actitud abierta y honesta al comunicarte con él. Recuérdale que esperas que se tome en serio el sexo y las responsabilidades que conlleva.
- Destaca la importancia de mantener relaciones sexuales seguras.
- Destaca la importancia de usar métodos anticonceptivos. Asegúrate de que tu hijo adolescente entienda cómo conseguir y usar diferentes métodos anticonceptivos, como preservativos y pastillas anticonceptivas.
- Promueve la exclusividad. Mantener relaciones sexuales exclusivas favorece la confianza y el respeto, a la vez que disminuye el riesgo de contraer infecciones de trasmisión sexual.
- Establece límites razonables. Haz cumplir los toques de queda y las reglas sobre las visitas a amigos. Esto es especialmente importante si notas cierta atracción sexual entre tu hijo y algunos amigos.
El proveedor de atención médica de tu hijo puede ayudarte. Un control de rutina puede darle a tu hijo la oportunidad de hablar sobre la salud sexual en privado con el proveedor de atención médica, quien le brindará información sobre los métodos anticonceptivos y las relaciones sexuales seguras. Además, el proveedor de atención médica puede ayudarte a desarrollar tus habilidades para que le enseñes a tu hijo adolescente sobre las relaciones sexuales seguras.
El proveedor de atención médica también puede destacar la importancia de la vacunación de rutina contra el virus del papiloma humano. Esta vacuna protege a todas las personas, sin importar su sexo, contra las verrugas genitales y varios tipos de cáncer, como de cuello del útero, de ano, de boca y garganta, y de pene. En general, la vacuna se administra a personas de entre 9 a 26 años. Sin embargo, a veces está disponible para personas mayores de 26 años.
Mirar hacia adelante
Tus orientaciones son clave para que tu adolescente se convierta en una persona adulta sexualmente responsable. Sé sincero y habla con el corazón. Si tu hijo adolescente no parece interesado en lo que tienes para decirle acerca del sexo, díselo de todos modos. Probablemente te esté escuchando.